La Borinqueña
La Borinqueña es el himno nacional de Puerto Rico, símbolo de identidad y orgullo para los puertorriqueños. La historia del himno se remonta al siglo XIX, cuando fue creada como una melodía patriótica. A lo largo de los años, ha sido adaptada y oficializada como el himno nacional. La versión actual fue adoptada oficialmente en 1952 y es interpretada en eventos oficiales y deportivos de la isla.
Letra de la Canción
(Letra de Manuel Fernández Juncos, 1903)
La tierra de Borinquen
donde he nacido yo,
es un jardín florido
de mágico primor.
Un cielo siempre nítido
le sirve de dosel.
Y dan arrullos plácidos
las olas a sus pies.
Cuando a sus playas llegó Colón;
exclamó lleno de admiración:
“¡Oh! ¡Oh! ¡Oh!
Esta es la linda tierra
que busco yo”.
Es Borinquen la hija,
la hija del mar y el sol.
Del mar y el sol.
Del mar y el sol.
Del mar y el sol.
Letra de la canción original
La letra original, escrita por Lola Rodríguez de Tió, tenía un tono más revolucionario, aunque no es la versión oficial hoy en día.
¡Despierta Borinqueño
que han dado la señal!
¡Despierta de ese sueño
que es hora de luchar!
A ese llamar patriótico
¿no arde tu corazón?
¡Ven! Nos será simpático
el ruido del cañón.
Mira, ya el cubano
libre será;
le dará el machete
su libertad…
le dará el machete
su libertad.
Ya el tambor guerrero
dice en su son,
que es la manigua el sitio,
el sitio de la reunión,
de la reunión…
de la reunión.
Bellísima Borinquén,
a Cuba hay que seguir;
tú tienes bravos hijos
que quieren combatir.
Ya por más tiempo impávidos
no podemos estar,
ya no queremos, tímidos,
dejarnos subyugar.
Nosotros queremos
ser libres ya,
y nuestro machete
afilado está…
y nuestro machete
afilado está.
Porqué entonces, nosotros
hemos de estar,
tan dormidos y sordos
y sordos a la señal…
a esa señal, a esa señal.
No hay que temer, riqueños
al ruido del cañón,
que salvar a la patria
¡es deber del corazón!
Ya no queremos déspotas,
caiga el tirano ya,
las mujeres indómitas
también sabrán luchar.
Nosotros queremos
la libertad,
y nuestros machetes
nos la darán…
y nuestro machete
nos la dará…
Vámonos borinqueños,
vámonos ya,
que nos espera ansiosa,
ansiosa la libertad
¡la libertad, la libertad!